Los riesgos y enfermedades relacionadas al consumo de tabaco, son diversas. Un informe publicado en British Journal Medical, nos describe la «cara de un fumador», afirma que para identificar a un fumador con 10 años o más de este mal hábito, basta identificar las siguientes características físicas:
- Cara envejecida, con arrugas muy marcadas y profundas líneas de expresión
- Semblante con huesos prominentes
- Piel opaca o grisácea
- Manchas en piel, uñas o dientes
- Cabello reseco, sin brillo o quebradizo
Dientes. Consiéntete con una sesión de blanqueamiento dental, asiste de forma regular con tu dentista ya que otro efecto que puede tener el tabaquismo es caries o mal aliento.
Párpados hinchados. Calienta agua con manzanilla, moja con ella un poco de algodón y coloca sobre tus párpados, notarás la diferencia.
Cabello quebradizo. El monóxido de carbono tiene efecto “secante” por lo cual tu cabello puede lucir seco y quebradizo. Adquiere una mascarilla capilar rehidratante para nutrir, dar cuerpo y brillo a tu cabellera.
Uñas amarillas. Un tratamiento casero consiste en mojar tus uñas en jugo de limón durante 5 minutos, luego de ello mójalas durante el mismo tiempo en leche. Otra opción es sumergirlas en vinagre blanco, también durante 5 minutos.
Piel reseca. Los radicales libres contenidos en el humo del tabaco alteran la síntesis de colágeno en la piel, provocando arrugas prematuras y resequedad. Elige cremas que contengan colágeno, hidratantes y consume por lo menos 2 litros de agua natural al día.
Fuente: salud180.com