Cuando se está mucho tiempo bajo el sol, en ambientes cerrados, ante situaciones de estrés o por falta de hidratación o alimentación, algunas personas pueden sufrir lo que se conoce como síncope vasovagal. Sepa cuándo preocuparse y acudir al médico.
Aunque puede pasar en cualquier momento, los jóvenes entre 11 y 18 años y las personas de la tercera edad pueden estar más expuestas a perder el conocimiento ante ciertas situaciones que pueden presentarse en lo cotidiano. También, según la estadística internacional, las mujeres están más expuestas a padecer esta situación que puede ameritar intervención médica o no.
Popularmente se le conoce como desmayo y hasta como un «soponcio», pero, en términos más exactos, este descalabro se denomina síncope vasovagal o lipotimia, que, según su modalidad, puede ser simple, por exposición al calor -los más frecuentes-, estrés, falta de hidratación adecuada, miedo, menstruación o revelar problemas más serios, de orden cardiovascular o neurológico.
En palabras del neurólogo español Francisco Vivancos, del Servicio de Neurología del Hospital Universitario La Paz de Madrid, «el síncope neuromediado o vasovagal es una pérdida de conciencia transitoria con recuperación espontánea, que no deja secuelas y que está originado por una disminución del flujo sanguíneo cerebral». También está caracterizado por una disminución de la presión arterial. Incluso un cólico, por ejemplo, puede producir una hipotensión que, de no atenderse oportunamente, puede degenerar en un desvanecimiento o desmayo.
Aunque todo suele suceder muy rápidamente y la persona puede precipitarse al suelo sin dar mucho tiempo de atender síntomas, lo cierto es que estos existen: mareos, vista nublada, respiración con dificultad, cansancio, hormigueo. Por tanto, si está en una cola bajo el sol, sale a caminar por la ciudad sin haber desayunado o, simplemente, está en un lugar cerrado con mucha gente y comienza a sentirse mareado, trate de sentarse en forma inmediata, en un lugar fresco, respire pausadamente y permanezca tranquilo hasta que recupere la estabilidad.
Por estas razones, si ya se ha sufrido estos desmayos, se recomienda tener a mano siempre un poco de sal (pues ayuda a la regulación de la hidratación, disminuye la pérdida de fluidos por la orina y participa en la transmisión de impulsos electroquímicos) y tomar un poco antes si la persona se siente un tanto descompensada, así como algo de azúcar o una bebida isotónica con sodio y glucosa, sobre todo cuando se está sometido a calor persistente. Además, debe vestirse con ropa fresca, evitar la exposición solar prolongada y la deshidratación, alimentarse adecuadamente y huir de las aglomeraciones, entre otras medidas. Si los síntomas persisten, se debe acudir a un especialista -internista, cardiólogo y/o neurólogo
Fuente:Estampas
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