La obesidad infantil es uno de los problemas de salud pública más graves del siglo XXI y es considerada como una pandemia. Aunque tendemos a identificar esta enfermedad con los Estados Unidos, se trata de un problema mundial que afecta progresivamente tanto a países de bajos ingresos como medianos, sobre todo en las zonas urbanas. Se calcula que en 2010 hubo 42 millones de niños con sobrepeso en todo el mundo, de los que cerca de 35 millones viven en países de desarrollo.

– Desayunar todos los días, un desayuno completo y saludable, ya que es la comida del día más importante.

– Consumir al menos cinco raciones diarias entre frutas y hortalizas, al menos tres de las primeras y dos de las segundas.

– Es necesario incorporar legumbres en su alimentación, al menos dos o tres veces a la semana.

– Disminuir las carnes con grasa, embutidos grasos, etc.

– Aumentar el consumo de cereales integrales, pescado azul y blanco, leche, yogur y queso bajos en grasa.

– El agua es la mejor bebida y no debe sustituirse por refrescos ya sean con o sin azúcar.

– Disminuir el consumo de alimentos y bebidas azucaradas (refrescos, néctares, etc.), aperitivos de bolsa, bollería y comida rápida.

– Realizar cinco comidas al día, mejor si es en familia: desayuno, comida y cena, y dos pequeñas meriendas a media mañana y media tarde.

– Realizar al menos media hora de ejercicio físico al día, mejor si es acompañado de la familia.

Fuente: salud.facilisimo.com