Para esos días en los que te dispones a cocinar, pero no descongelaste previamente la carne, una alternativa rápida y sencilla es esta: tomar dos ollas de metal, colocar una de ellas boca abajo y sobre esta poner la carne (dentro de una bolsa hermética). Luego, llena la otra olla con agua y ubícala encima de la carne, de modo que ejerza presión. Dependiendo del grosor de la carne, debes esperar de 5 a 10 minutos y estará descongelada.
El metal ayuda a conducir el calor del ambiente y, con ayuda del peso del agua dentro de una de las ollas, este efecto deshielo se maximiza.
FUENTE: SaludyEstetica