¿Qué vinimos a hacer a este mundo?
¿Cuántas veces hemos escuchado vive la vida al máximo, persigue tus sueños y haz lo que amas? Pero hay algo que estos consejos olvidan decirte: y es cómo descubrir primero tu verdadera pasión.
Aunque no lo creas, es natural que no sepamos a ciencia cierta qué nos apasiona, y muchas veces caemos en un trabajo o en una carrera solo porque nos dejamos llevar por la corriente.
Pero hay maneras de encontrar nuestro camino; con estas 6 preguntas que te harás a ti mismo irás descubriendo cuál es tu verdadera vocación:
¿En qué eres bueno?
Muchos de nosotros vamos por la vida sin realmente habernos respondido esta interrogante. Pregúntate en que te destacas, y sé muy sincero con tu respuesta, después de todo, estás hablando contigo mismo, así que olvídate de ser humilde y date el valor que sabes que tienes.
¿Eres buen cantante, sabes escribir poesía, o eres muy bueno manejando grupos de personas? Piensa muy bien en todas esas cosas en las que te consideras bueno y si tienes problemas para definirlas, solo recuerda las cosas que tus amigos y tu familia dicen que eres bueno haciendo.
¿Qué te emociona?
Esas cosas que haces en tu tiempo libre y que sacan mariposas en tu estómago son señales que te dicen quien eres, que te hace único y que te hace especial…¡escúchalas! Y aprende esto: lo que te entusiasma hacer a ti, no necesariamente tiene que ser del agrado de todos tus conocidos. Te ponemos un ejemplo: a ti te encanta llevar las cuentas de tu casa. Interesarte en estadísticas y matemáticas es tan legítimo como que te gusten las artes y la literatura. A lo mejor te encanta ayudar a tus amigos a planificar sus vacaciones. Entonces, ¿Por qué estudias finanzas? Es la hora de que empiezas a investigar como ser un agente de viajes.
Qué te hace sentir vivo?
Emoción y “sentirse vivo” son emociones relacionadas, aunque una de las dos se puede sentir incluso más satisfactoria que la otra. Así que vale la pena preguntarse, además de lo que te hace sentir excitado, lo que también te hace sentir vivo. Para muchos de nosotros, este sentimiento viene de ser parte de una comunidad de intereses compartidos, y por eso nos encantan los conciertos, obras de teatro y otras formas de reunirse públicamente para apoyar nuestras pasiones. Entonces, ¿qué has hecho ultimamente que realmente te hace sentir vivo?
¿Qué te gustaba hacer cuando eras niño?
Nacemos con ciertas pasiones y muchas de ellos salen cuando estamos muy jóvenes, perdiéndose luego cuando somos adolescentes. Así que piensa de nuevo, ¿Qué te gustaba jugar cuando eras un niño?
¿De qué cosas te rodeas todo el tiempo?
A estas alturas ya deberías tener una lista que te ayude a definir tu vocación y misión personal. Ahora mirar alrededor de su oficina u hogar. ¿Qué hay allí que te representa? ¿Tienes libros relacionados a lo que te gusta? ¿Qué estás adquiriendo que te interese y que claramente estás tratando de involucrar más en tu vida? Esto será de mucha ayuda para desarrollar tu pasión.
¿Qué cosas no te cansas de observar / Hablar / Enseñar / Aprender?
Aunque no siempre nos damos cuenta de ello, damos vueltas y vueltas en nuestros temas favoritos. Los traemos a colación una y otra vez con amigos y seres queridos (y si no estás seguro de qué hablas todo el tiempo, pregúntale a ellos, seguramente lo sabrán.
Fuente: E!
