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EFECTOS SECUNDARIOS DE LOS ANTICONCEPTIVOS

EFECTOS SECUNDARIOS DE LOS ANTICONCEPTIVOS.

Hace 50 años uno de los cambios más importantes que sufrió la humanidad fue permitir que la mujer pudiera planificar su fertilidad, trayendo un cambio social importante. Los primeros científicos que descubrieron las hormonas y su efecto anticonceptivo nunca se imaginaron los beneficios que podía traer el uso de la píldora.

A pesar de todos los temores que han surgido alrededor del uso de hormonas, hoy por hoy, podemos decir que los beneficios son mayores que los efectos secundarios no deseados. Esto siempre y cuando el uso de los anticonceptivos sea adecuado e individualizado de acuerdo con las características de cada mujer.

Si nos remontamos al inicio de los primeros anticonceptivos en los cuales su concentración de estrógenos y progestágenos era bastante alta en relación a los anticonceptivos actuales, podemos asegurar que sí hubo efectos secundarios.
Con el uso de estos anticonceptivos de altas dosis se comenzaron a ver efectos secundarios como el aumento de peso, cefalea, retención de líquido, náuseas, aparición de vellos, acné, amenorreas secundarias, entre otros.

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A partir de los estudios científicos y la evaluación continua de estos pacientes, se comenzó una carrera para mejorar los efectos secundarios, bajando la dosis hormonal tanto de estrógenos como de progestágeno. Es a partir de este momento cuando se comenzaron a observar los beneficios adicionales que podían presentarse. Dichos beneficios son la disminución de peso, disminución de la retención de líquido, regulación del ciclo menstrual, disminución de la dismenorrea (dolor durante la menstruación), disminución del acné y del hirsutismo (aparición de vellos en zonas no esperadas).

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Además de su objetivo principal que es la anticoncepción como tal, los anticonceptivos se han utilizado en patologías como el Síndrome de Ovario Poliquístico, en pacientes con acné severo, o con trastornos menstruales importantes que ameritan regulación del ciclo menstrual.
La importancia de la evolución de los anticonceptivos radica en el hecho de que cada mujer tiene un anticonceptivo ideal, de acuerdo a sus características físicas y hormonales. En este sentido si no está orientada adecuadamente por su ginecólogo puede sufrir efectos adversos no deseados.

Es por esta razón que toda persona que se vaya a iniciar en la anticoncepción debe tener una evaluación previa realizada por su ginecólogo para descartar contraindicaciones y saber cuál sería el anticonceptivo más adecuado de acuerdo a sus características individuales. Por tanto no se recomienda la automedicación de anticonceptivos sin una evaluación ginecológica previa.