Este jueves 30 de junio, cuando Ecuador cumplió 18 días de la de huelga liderada por la Conaie, delegados del Gobierno y de las comunidades indígenas acordaron poner fin a las protestas contra el alto costo de vida. Los activistas aceptaron levantar las movilizaciones luego de que el Gobierno se comprometiera a reducir 5 centavos más a los combustibles, entre otras medidas.
Ecuador abrió paso a una solución, 18 días después de haber iniciado las protestas que sacudieron el país.
En un nuevo diálogo, con la mediación de la Conferencia Episcopal, el Gobierno y representantes de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), que impulsó la huelga, llegaron a un acuerdo este jueves 30 de junio.
Entre los asuntos pactados se destacan la reducción de cinco centavos más al precio del galón de la gasolina extra y eco país, así como al diésel. En total se tratará de una reducción de 15 centavos, teniendo en cuenta las disminuciones aprobadas por la Administración del presidente Guillermo Lasso días atrás, durante las fuertes protestas.
Con las nuevas disposiciones, el costo por galón de los dos tipos de gasolina en el país se ubicará en 2,40 dólares, mientras que el de diésel será de 1,75 dólares.
Asimismo, el Gobierno se comprometió a derogar el estado de excepción, anular el decreto 95 sobre política petrolera y hacer reformas a la orden 151, por lo que promete prohibir las concesiones de nuevas licencias para la explotación minera en reservas naturales, áreas intangibles y arqueológicas, zonas de fuentes hídricas y en territorios indígenas.
La Administración de Lasso también anunció la consulta previa e informada sobre estos temas de interés.
Por su parte, la Conferencia Episcopal ecuatoriana señaló que se instalarán mesas de seguimiento de estos acuerdos.
Los altos costos de vida detonaron más de dos semanas de protestas
La huelga impulsada por las comunidades indígenas estuvo seguida de violentas protestas, que iniciaron como rechazo a los altos costos del combustible y de los alimentos.
Pero la prolongada manifestación causó al menos ocho muertes, un alto desabastecimiento de los productos básicos de la canasta familiar, una reducción significativa en la producción de petróleo e incluso impidió el paso de ambulancias, en medio de los bloqueos de carreteras y vías del país.
Los manifestantes también exigieron mayor presupuesto gubernamental para educación y salud y la fijación de precios de los productos agropecuarios.
A los pactos acordados este jueves, ambas partes llegan después de que el pasado lunes rompieran el primer intento de conversaciones.
El presunto ataque de miembros de las comunidades indígenas contra un convoy de combustibles escoltado por el Ejército, dejó un militar muerto y 12 uniformados heridos, por lo que el Gobierno abandonó en ese momento las negociaciones.
Sin embargo, ante la presión de la sociedad civil fuertemente afectada, incluidos empresarios y los mismos productores de alimentos que a diario vieron cuantiosas pérdidas, las partes retomaron las negociaciones.