Jennifer Lawrence fue retenida en la aduana
Es irónico, dado que una actriz debe fingir ser otras personas, pero la ganadora del Oscar Jennifer Lawrence reveló en The Graham Norton Show de BBC America, que se metió en problemas por decir accidentalmente la verdad. Cuando audicionó para interpretar a Mystique en la película de 2011 X-Men: Primera Generación, a Lawrence le pidieron volar a Londres para reunirse con el director Matthew Vaughn y los otros miembros del equipo de producción.
Para el momento, su pasaporte estaba a punto de vencer. “Me dijeron: ‘Hagas lo que hagas, no les digas que vienes por trabajo, porque te pedirán una visa de trabajo. Diles que vienes por placer’. Y yo: ‘¡Dios, mío! Le tengo que mentir a un oficial de aduana’”, dijo. “Así que me esforcé de sobre manera. Dije: ‘Ok, solo tengo que tener una historia que me respalde. Tengo que creérmela’”.
La técnica puede que le haya sido útil en los estudios de grabación, pero en este caso, no le funcionó. “Llego ahí y me preguntan: ‘¿Placer o negocios?’ ‘Placer’. ‘¿Qué vienes a hacer por placer?’ ‘Se casa mi hermano’. ‘¿Dónde se casa tu hermano?’. ‘Wimbledon’. ‘¿Es estadounidense?’ ‘Sí’”, mintió Lawrence. “‘¿Tienes la invitación?’ ‘No’. ‘¿Estás diciendo la verdad?’”.
La intensa seguidilla de preguntas resultó ser demasiado para ella y Lawrence se quebró ante la presión. “‘¡No! ¡No! Estoy acá por trabajo y no tengo una visa de trabajo y mi pasaporte se vence y ni siquiera se supone que debo estar aquí”, le confesó al oficial de aduana. Después de decir la verdad, debió sufrir la rigurosidad de los procesos de inmigración: “Tuve que sentarme en una pequeña cárcel como por cinco horas hasta que llamaron a mi empleador. Me sentí pequeña”.
Situación que claramente Cara Delevingne no hubiera tolerado. La modelo protagonizó un altercado el pasado 5 de mayo en la estación Gare du Nord de París cuando intentaba acceder al andén del tren de alta velocidad Eurostarpara regresar a Londres. La maniquí habría perdido los nervios cuando el personal de seguridad retiró a un lado su maleta para revisarla.
“Tuvo un verdadero ataque en medio del control de seguridad. Había por lo menos otras veinte personas presentes, pero no pareció importarle. Parecía que pensaba que no tenía que seguir las mismas reglas que el resto solo por ser famosa. Cara estaba acompañada de un amigo que intentó calmarla, pero no funcionó. Le gritó: ‘Deja que haga su pu*o trabajo, ¡esto es ridículo!’. Cara se puso de rodillas con las manos unidas, como si estuviera rezando para que todo acabara lo antes posible. Fue muy raro”, asegura un testigo presencial al periódico The Sun.
Fuente:E!