La cantante quiere dejar atrás el apellido de Marc Anthony.
Aunque su fracaso matrimonial no ha logrado alterar la buena amistad que mantienen Jennifer Lopez y Marc Anthony, ninguno de los dos ha sido capaz todavía de cerrar definitivamente el proceso de divorcio que iniciaron hace más de un año y medio, ya que sus abogados todavía debaten los detalles de la custodia compartida que mantienen sobre sus mellizos Max y Emme.
Teniendo en cuenta que sigue oficialmente casada a pesar de haberse separado en 2011, la diva del Bronx no ha podido esperar más y ha solicitado al juez que le devuelva su nombre legal cuanto antes, para dejar de estar nominalmente vinculada a su ex marido y poder volver a firmar documentos legales bajo el nombre de Jennifer Lopez, según publica el portal de noticias TMZ.
Al contraer matrimonio en 2004, la cantante neoyorquina adoptó el apellido de su marido y pasó a llamarse Jennifer Muñiz en todo tipo de registros públicos, una situación que ya no tolera al llevar casi tres años de relación sentimental con el bailarín Casper Smart.
No obstante, el deseo de recuperar su antigua identidad es el único contratiempo que ha experimentado la intérprete durante su interminable proceso judicial, ya que tanto Marc Anthony como ella acordaron desde el fin de su relación que mantendrían las mismas obligaciones y responsabilidades sobre sus dos hijos, una actitud conciliadora que, sin embargo, no ha podido evitar que los trámites administrativos hayan retrasado la confirmación oficial del divorcio.
Más allá de los cruceslegales de su extinta relación sentimental, la expareja ha demostrado públicamente que el cariño y la complicidad que exhibieron durante su matrimonio no se ha evaporado por completo, ya que a principios de año los dos artistas disfrutaron juntos del cumpleaños de Christian -el hijo mayor de Marc– pero acompañados de sus respectivas parejas: Casper Smart y Shannon de Lima, por entonces novia del ídolo portorriqueño. Esta buena sintonía, como la misma Jennifer Lopez ha revelado, también parece extenderse al ámbito laboral.
“No siempre es fácil trabajar con Marc, porque los dos tenemos opiniones muy fuertes y tendemos a defender a muerte nuestras posiciones. Pero también es verdad que disfrutamos de momentos de mucha diversión y eso es muy bueno para demostrar a nuestros hijos que sus padres se llevan bien”, explicaba Jennifer a la presentadora Ellen DeGeneres para justificar que aceptara trabajar de nuevo con su ex marido en el programa cazatalentos Q’Viva: The Chosen el año pasado.
Fuente: la.eonline.com