Durante la reciente final de la temporada número trece de American Idol, la jueza Jennifer López deslumbró con una presentación de alto nivel.
Interpretando su nuevo sencillo: First Love, la diva del Bronx dio cátedra de lo que es ser una superestrella. Dominio del escenario, baile impecable, coordinación perfecta y mucho, pero mucho ritmo. El performance incluyó una versión remix y bastante caribeña de la canción llevando un sensual traje con brillantes y flecos.
“A todos aquellos jóvenes que están sentados alrededor del escenario quiero pedirles que nunca pierdan la fe en ustedes mismos, que sueñen a lo grande y que planifiquen a lo grande. Todo es posible en esta vida si se trabaja duro; nunca saben lo que les deparará el futuro, pero siempre pueden estar preparados para que no los tome desprevenidos. Gracias a todos por este premio, que me sirve para corroborar el amor que siempre he sentido por la música”, señalo JLo.
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Fuente: la.eonlone.com