El Palacio de Buckingham, el Palacio de Kensington y el Palacio de Windsor no abrirán al público en los meses de verano.
La Reina Elizabeth II se enfrenta a un agujero de US$22 millones en el presupuesto real debido al cierre de sus residencias principales a los turistas durante el verano británico como medida de precaución contra el coronavirus.
La semana pasada se anunció que el Palacio de Buckingham, el Palacio de Kensington y el Palacio de Windsor no abrirían al público en los meses de verano, como suelen hacer todos los años.
Ya se han ofrecido reembolsos por boletos vendidos para las salas del Palacio de Buckingham.
La reina, de 94 años, y el príncipe Phillip, de 98, han estado aislados desde marzo. Si bien las restricciones en el Reino Unido y en todo el mundo se están levantando gradualmente, todavía existen medidas para proteger la salud de los miembros de la realeza más antiguos, así como de los turistas que pagarían para visitar las residencias reales.
El año pasado, el turismo le hizo ganar a la realeza más de US$86 millones en la venta de boletos y recuerdos.
Según The Sun, Lord Chamberlain Earl Peel, jefe de la Casa Real, envió un correo electrónico al personal para advertir sobre el golpe financiero y describió nuevas medidas para capear la tormenta financiera.
El correo electrónico, visto por la publicación del Reino Unido, decía: “Simplemente no podemos hacer ningún plan ya que no sabemos qué sucederá. El virus ha tenido un efecto catastrófico”.
Fuente: La Botana