Desde el ruido hasta no acariciar al perro: revelaron cuál es el estricto código que deben respetar quienes viven cerca del príncipe Harry y su esposa Meghan Markle.

Como se había dado a conocer a finales del año pasado, finalmente el príncipe Harry y su esposa, Meghan Markle, se mudaron a Frogmore Cottage. Si bien quienes residían en el lugar recibieron la noticia con una gran alegría, no esperaban que los nuevos vecinos vinieran con una larga lista de prohibiciones bajo el brazo.

Según dio a conocer The Sun, quienes habitan cerca de la casa de Meghan y Harry fueron puestos al tanto de un código que deben respetar para evitar problemas con la familia real.

En el listado de reglas enviado se les prohíbe a los vecinos hablarles a los nuevos propietarios, pedir para ver a su bebé Archie o incluso acariciar a sus perros.

Tras esta novedad, los habitantes de esta exclusiva zona del condado de Berkshire, se mostraron un poco indignados por la excesiva medida tomada por el hijo y la nuera de Carlos de Inglaterra.

“Sería divertido si no fuera tan desmesurado. Es extraordinario. Nunca hemos oído nada igual. Todos los que viven en la finca trabajan para la Familia Real y saben comportarse respetuosamente. Con la reina Isabel II no se nos dice cómo comportarnos. Ella está muy contenta de que la gente pueda saludarla”, reveló una de las 400 personas que reside cerca del matrimonio real.

Por su parte y para acallar las repercusiones de esta noticia el Palacio de Buckingham indicó en un comunicado oficial que los duques de Sussex “no tienen conocimiento de esta información y para nada están involucrados en su contenido”.

“Únicamente se trató de una sesión informativa en la que, entre otras cosas, se ayudó a una pequeña comunidad local a dar la bienvenida a dos nuevos residentes y ayudarlos con los posibles encuentros que se produzcan. No se ha remitido carta alguna, sino que fue una charla bien recibida por los vecinos”, aseguraron.

Fuente: www.canalnet.tv