- Llega justo en el momento en el que más tensión había entre el actor y la artista después de los últimos meses.
Sus nueve años como pareja desde que se conocieran en el rodaje de La última canción se podían resumir con cuatro palabras: tatuajes, rupturas, incendios y mascotas. Al último, el 23 de diciembre de 2018, se casaron. Un año después, y con todo lo que ha llovido, nunca mejor dicho, Miley Cyrus y Liam Hemsworth por fin alcanzan un acuerdo de divorcio.
Fue uno de esos matrimonios fugaces que tanto se dan en Hollywood y, tras anunciarse la separación, las acometidas y los dimes y diretes se sucedieron: primero habló Liam; luego Miley comenzó a salir con la influencer Kaytlynn Carter; luego no; luego ya hablaba hasta Elsa Pataky, la cuñada; y ya por último las aguas se calmaron o eso ha parecido.
Según informa el portal TMZ, tanto la abogada de Liam Hemsworth, que contrató a una de las más temidas juristas de Los Ángeles, como los abogados de la cantante han estado trabajando en silencio bajo la polémica para poder presentar todos los papeles necesarios ante el juez.
Todos estos trámites de divorcio, aseguran fuentes cercanas a la expareja, están ya listos por los letrados para presentarlos en los juzgados el próximo martes, cuando está previsto que quede cerrado.
Momentos de tensión
Estos documentos llegan justo en el momento en el que más tensión había entre el actor y la artista después de los últimos meses, en los que se han lanzado mensajes unos a otros. Ahora parece que esto agilizará la burocracia para que se rebaje dicha pelea verbal y disminuya el tira y floja que han estado librando.
Eso sí, el citado medio afirma que, a pesar de las discrepancias, este acuerdo no ha sido tan pesado como podría presuponerse por la situación de ambos, sino todo lo contrario, dado que tanto uno como otro querían zanjar el asunto cuanto antes.
Y así se hará, aunque en teoría este debería quedar definitivamente resuelto alrededor del mes de marzo gracias al acuerdo prenupcial que tanto la cantante como el intérprete firmaron antes de su unión.
Es un alivio para ambos que puedan pasar legalmente el uno del otro y dejar esto completamente atrá
La división de bienes será, por tanto algo relativamente sencillo. «No tienen hijos y ella se quedará con los animales que tienen en común», aseguran las fuentes, que prevén que ambos, que han rehecho ya sus vidas con otras parejas, no quieren continuar con la disputa.
«Es un alivio para ambos que puedan pasar legalmente el uno del otro y dejar esto completamente atrás. No fue un divorcio complicado debido a su acuerdo prenupcial y todo fue manejado por abogados», alega una fuente cercana al australiano.
«Sus ganancias se mantuvieron separadas mientras estaban casados y eso fue útil», mantiene la fuente. «Ambos están muy listos para seguir adelante y desenredar cualquier asunto que quedara por resolver fuera. Están felices de cerrar este capítulo de sus vidas».
Fuente: 20 minutos