
Hay constancia de que no consumimos ni la mitad de la cantidad diaria recomendada de hortalizas y vegetales, un mínimo de 400 gramos diarios, o lo que es lo mismo, de tres a cinco raciones al día.
- Hidratan y refrescan: Más del 90% de la composición de las hortalizas esta basado en agua. Es una forma sencilla y rápida de hidratar el cuerpo en los días calurosos.
- Dan vitalidad: Son fuente excelente de vitaminas que regulan múltiples procesos orgánicos, como el buen funcionamiento del sistema nervioso.
- Depuran el organismo: La acción depurativa, desintoxicante y diurética de las ensaladas se debe al alto contenido de agua, la riqueza en potasio, al bajo aporte de sodio, así como a la presencia de aceites esenciales que dilatan los vasos renales.
- Protegen la piel: Las hortalizas de llamativos colores como la zanahoria, remolacha, pimientos, tomate, etc., aportan beta-caroteno que se transforma en vitamina A, la cual renueva la piel y las mucosas; y vitamina C que mejora la producción de colágeno.
- Si se acompañan de aguacate o frutos secos y se condimentan con aceite de oliva virgen y germen de trigo, se enriquece la ensalada en ácidos grasos insaturados, imprescindibles para mantener una piel estructurada e hidratada.
- Regulan la función intestinal: Por la riqueza en fibra de los vegetales resulta laxante, por lo que previenen o mejora el estreñimiento. Además, la fibra contribuye a reducir el colesterol en sangre y al buen control de la glucemia. Beneficiosa en caso de hipercolesterolemia y diabetes.
- Aportan pocas calorías: Muy adecuadas para todas las personas, y especialmente para quienes siguen una dieta de adelgazamiento, eso sí, sin abusar de los aliños. Comenzar la comida con una ensalada, sacia y reduce el apetito, lo que interesa en estas circunstancias.
Fuente: facebook.com/pages/Punto-Bienestar