El actor se casó en Las Vegas hace unos días. Algunos testigos aseguraron que estaba realmente ebrio. Es su cuarto matrimonio.
Cuatro días es lo que ha durado el cuarto y último matrimonio de Nicolas Cage. El actor ha presentado este miércoles los documentos legales pertinentes para solicitar la anulación de su unión con la maquilladora profesional Erika Koike y, en caso de que no se le conceda, su intención sería seguir adelante con los trámites necesarios para divorciarse.
En la breve grabación no quedaba por completo claro si Nicolas estaba realmente ebrio, como aseguraron algunos testigos presenciales, o si solo estaba haciendo gala de su particular sentido del humor en vista de que al final era él quien animaba a Erika a entrar en la oficina para firmar los papeles necesarios haciendo gestos con las manos para que se apresurara y diciéndole: «Venga, vamos, adentro».
La primera ocasión en que se relacionó sentimentalmente a la estrella de Hollywood con Erika fue el pasado mes de abril, cuando ella fue vista acompañándole en Puerto Rico mientras rodaba una película. Sin embargo, poco después él mismo daba a entender en unas declaraciones acerca de su tercera ex mujer, Alice Kim, madre de su hijo pequeño, que aún no había superado del todo su ruptura de 2016.
«La verdad es que fue muy chocante para mí, desde luego no lo vi venir y esos sentimientos repentinos que experimenté tenían que salir afuera de alguna forma [en referencia al complicado rodaje de su filme ‘Mandy’]. Pero seguimos siendo amigos, por supuesto. Ella era muy joven cuando nos casamos, así que no le guardo rencor. Eso es todo lo que puedo decir al respecto», aseguraba el famoso intérprete, que anteriormente también estuvo casado con Lisa Marie Presley y Patricia Arquette aunque siempre haya sostenido que no considera válidos esos dos matrimonios.
Fuente: elmundo.es