Se le quebró la voz y las lágrimas afloraron por unos segundos, pero fue suficiente para convertirse en un momento memorable y humano durante el último discurso de Barack Obama como Presidente de Estados Unidos.
Casi al final de la comparecencia pública y después de una férrea defensa a su legado frente a la Casa Blanca, el gobernante dirigió unas emotivas palabras a su esposa y primera dama, Michelle Obama.
Fuente: ElHeraldo