La cantante y el magnate discográfico estuvieron de invitados en el late show de Conan O’Brien.
Paulina Rubio no ha tenido reparos en confesar a los telespectadores estadounidenses uno de los momentos más embarazosos vividos junto a Simon Cowell, su compañero en el jurado de The X Factor: la ingesta de testículos de toro -también conocidos como criadillas- minutos antes de pisar el estudio del exitoso formato televisivo.
“Cuando llegué al set, Simon me llamó: ‘Paulina, ¡ven! Tienes que probar esto [las criadillas]. Nos lo han enviado especialmente para nosotros’. Así que fui hasta allí y las probé. ¡Juro que no sabía lo que eran! Las comí porque él [Simon] me lo pidió”, reveló la cantante mexicana con su particular simpatía y naturalidad en el programa del popular humorista Conan O’Brien.
El plato típico de la gastronomía iberoamericana no fue del agrado de la chica dorada ni del magnate discográfico, quien inicialmente pensó que se trataba de gruesos trozos de pollo frito cuando se disponía a iniciar su almuerzo.
“Un día que estábamos metidos de lleno en las audiciones me enviaron la comida, como de costumbre, pero lo que pensé que era pollo frito resultó ser testículos de toro”, comentó Simon Cowell. asumiendo que todo se trataba de una broma pesada.
A diferencia de un Simon Cowell claramente indignado por la jugarreta, la chica dorada restó importancia a la ingesta de criadillas haciendo gala de su particular sentido del humor, al que siempre recurre para salir airosa de situaciones embarazosas e incluso para sobrellevar del mejor modo posible los difíciles momentos que está viviendo en la actualidad debido a las exigencias económicas de su marido.
Fuente: la.eonline.com