Para la experta Preggy Brill, fisioterapeuta ortopédica de Manhattan, es esencial que las personas se tomen el tiempo suficiente en pensar cómo se colocan cuando duermen; ya que las posiciones para dormir que empleen pueden influir en su descanso y en la recuperación del cuerpo del estrés y actividades del día.
1. Boca arriba. Es ideal para equilibrar el peso del cuerpo, manteniendo tus órganos internos alineados, y la prevención de dolor de cuello y de espalda. Sólo asegúrate de mantener una almohada debajo de las rodillas para ayudar a mantener la alineación correcta de la espalda.
2. Posición fetal. Es la más recomendada para las personas que padecen dolores lumbares, ya que es una posición neutral para la columna vertebral evitando que el peso recaiga sobre ésta.
Si el costado que elige es el derecho, se deberá flexionar la cadera y la rodilla izquierda, independientemente que la otra rodilla se mantenga o no recta y girar los hombros.
Posteriormente adaptar la almohada al cuello adoptando una curvatura similar a la que se forma cuando estamos en pie. También con esta postura se pueden evitar o disminuir dificultades respiratorias que en otra posición podrían surgir.
3. Evitar dolor de hombros. Trata de dormir sobre el costado del hombro adolorido. Duerma boca arriba con una pequeña almohada debajo del hombro con problemas. O, si duerme del otro lado, abrace una almohada.
4. Reflujo ácido. Dormir boca arriba puede causar problemas porque la cabeza no está elevada en relación al estómago así que los contenidos gástricos pueden burbujear hasta el esófago o por la garganta. Otra solución es levantar la cabeza con almohadas o levantar la parte del cabecero de la cama entre 5 y 10 centímetros.
5. Boca abajo, la menos recomendable. Con esta postura corporal, la columna se fuerza a una posición contraria a su forma natural. El cuello y las cervicales se fuerzan aún más.
Fuente: salud180.com