En la cama se resuelven todos los problemas de falta de productividad. Dormir más aumenta el deseo sexual y la frecuencia de las relaciones, al menos para las mujeres según revelaba la Universidad de Michigan. En los estudios comprobaron que, por cada hora adicional de sueño, la probabilidad de tener algún tipo de actividad sexual con la pareja era proporcional al nivel de productividad. Exactamente un 14% más.
Más horas de sueño son equivalentes a mejor estado de ánimo, más concentración y más energía a lo largo del día. Tres factores que están relacionados con el aumento del deseo sexual. En dicho estudio, las mujeres mostraron mayor excitación física después de un período medio de siete horas y 22 minutos. La mejor noticia es que esto demuestra que si dormimos 7 horas las probabilidades de querer tener sexo al día siguiente también aumentan gracias al buen funcionamiento de nuestro cronotipo. Como decía el doctor Michael Breus:»todo lo que hagas saldrá mejor si la noche anterior has dormido bien».
Tiene sentido entonces que dormir al menos 7 horas sea un requisito fundamental para que funcione cuerpo y mente. Arianna Huffington, fundadora del Huffington Post, y abanderada de la ‘Sleep Revolution’ habla en su libro de La Revolución del Sueño sobre la necesidad de dormir bien para ser una persona feliz pero también eficaz y eficiente en el trabajo. La experiencia de los grandes CEO al frente de empresas internacionales ha hecho que los buenos líderes coincidan en ciertos hábitos y pensamientos. Desde preferir a los empleados que madrugan vs los que se quedan hasta última hora en la oficina, a no trasnochar.
En términos de productividad podríamos decir que la fórmula maestra es horizontal y cumplirla exige una máxima: la cama hay que reservarla solo para practicar sexo y dormir. Los expertos recomiendan que actividades como leer, comer o ver la televisión deben realizarse fuera de la habitación del sueño. Pero además, hay otras 5 reglas que siguen las mentes más productivas:
– Duerme sin lencería y con ropa de cama. Ni camisetas del gimnasio, ni ese body que te pones bajo los vaqueros para ir a la calle. Haz que tu cerebro sepa que ha llegado el momento de dormir.
– Desconecta el móvil al menos 30 minutos antes de irte a dormir. La luz azul de los smartphones estimula el cerebro por lo que hay que evitar el uso de dispositivos.
– El café solo por la mañana y hasta mediodía (no más tarde de las 14h). Recuerda que la cafeína dificulta el descanso. Cena ligero y antes de las 22h y no tomes bebidas azucaradas ni bebidas isotónicas por la noche.
– Cuida que tu habitación esté bien acondicionada (limpia, bien ventilada y sin ruidos).
– Mantén tu temperatura corporal. Evita el aire acondicionado o la calefacción y el uso de ventiladores mientras duermes.
Fuente: glamour