Lavarse el cabello no es tan fácil como parece, ni tampoco sabemos las consecuencias que tiene el hacer bien o mal el proceso. En nuestra rutina simplemente es parte de un gesto casi mecánico, al que no prestamos demasiada atención.
Pero a veces, el éxito de nuestra salud capilar puede estar dependiendo (en parte) en cómo nos lo lavamos.
Lo mejor que se puede hacer según expertos es:
1- Comprueba los ingredientes del producto: algunos agreden la piel y son prejudiciales para el cuero cabelludo, como algunos alcoholes, sulfatos (ASL, SLS)…
2. Tener en cuenta el estado de nuestro cuero cabelludo: caspa, irritaciones, caída excesiva… Para estos casos utilizaremos un tratamiento aparte de farmacia que se alterne o complemente con el champú normal o incluso pueda llegar a sustituirlo. En estos casos, consulta primero a un dermatólogo.
3. Identificar el grosor del cabello: fino, normal o grueso. El champú que usamos tendrá que ir acorde con su anchura.
4. Decidir qué beneficios potenciar: La búsqueda de brillo, volumen, nutrición. Siempre tenemos alguna condición especial que mejorar, identifica cuál es.
5. Seguir la frecuencia de lavado adecuada: cada 3 días si la higiene lo permite o, si el pelo es muy graso, todos los días pero con una sola dosis de champú.
6. Cepillar y desenredar el pelo antes de lavarlo: evitarás que se formen nudos difíciles de quitar y el pelo se parta con el cepillado.
7- Menos es más: evitar el exceso de producto cuando apliquemos el champú, las mascarillas o las cremas de peinado; ya que pueden asfixiar el folículo piloso y provocar la caída del cabello’.
8- No aplicar el champú directamente sobre el pelo: primero en las manos para un reparto más homogéneo y llegue la misma cantidad a todos lados.
9- Trabajar la raíz al menos tres minutos: masajeando despacio para activar la circulación sanguínea lo que hará que se nutra mejor. Repetir la operación dos veces (una con champú y otra sin, sólo masaje).
10- Dejar que el resto del pelo se limpie solo: con la espuma que va bajando desde la raíz hasta las puntas, sin añadir más champú para éstas.
11- Aclarar con agua templada y terminar con fría: ganarás un extra de brillo.
Seguro que tu melena notará el cambio si sigues todos los pasos.
Fuente: elle.es