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El Técnico de LAMIA cuenta los últimos minutos que vivió en el avión

Sobreviviente cuenta los últimos minutos del avión de LaMia: los pasajeros nunca supieron de la emergencia.

Erwin Tumiri, que llegó el sábado a Cochabamba, Bolivia, contó los últimos momentos de la nave antes de estrellarse: «vibró el avión, se apagaron las luces y se prendieron las luces de emergencia (…) ahí ya empezó una mala vibra».

Erwin Turimi, uno de los seis sobrevivientes del vuelo en el que perecieron el lunes de la pasada semana en Colombia 71 personas, aseguró que nadie en el vuelo que finalmente se estrelló supo lo que estaba ocurriendo. En una entrevista con la cadena colombiana Blu Radio afirmó que en ningún momento les informaron de que hubiera una emergencia y negó las versiones periodísticas que afirmaban que se salvó al seguir el protocolo de emergencia.

«Nadie sabía qué es lo que estaba pasando. Todos sabíamos que íbamos a aterrizar normal porque ya había anunciado el piloto o el tripulante que nos sentáramos, que nos abrocháramos los cinturones, y que ya íbamos a aterrizar», declaró el sobreviviente que se encuentra ya en su Bolivia natal, después de haber sido trasladado desde Colombia.

Según su testimonio, el trayecto se desarrolló con normalidad y, hasta pocos minutos antes de la catástrofe, los pasajeros estaban disfrutando del viaje: «Todo el vuelo estaba tranquilo… todos estaban de pie, jugando cartas, viendo películas por su iPad, otros tocando música. Así, todos alegres. Yo también estuve ahí conversando atrás, vino el técnico y me estaba enseñando a hablar portugués».

Al poco, les avisaron que iban a aterrizar por lo que les pidieron que se sentaran y pusieran sus cinturones de seguridad. «Estábamos esperando para aterrizar como todos los vuelos que hacíamos», afirmó Tumiri, quien añadió que «en ningún momento nos dijeron nada (sobre un problema) los pilotos».

Sentado en la parte de atrás, él consideró que todo se desarrollaba «todo normal». Sin embargo, de repente sin que les avisaran de ningún tipo de emergencia, «vibró el avión, se apagaron las luces y se prendieron las luces de emergencia (…) ahí ya empezó una mala vibra», explicó. En todo caso, dijo que él no sintió ningún descenso brusco, como parece indicar la conversación que tuvo el piloto de la nave con la torre de control del aeropuerto.

Asimismo, negó las versiones de que se protegió en el asiento con los brazos y la cabeza en las rodillas: «En ningún momento (…) no hice un protocolo como dicen (…) ni yo ni la tripulante que se salvó. Todos pensamos que íbamos a aterrizar normalmente». De hecho, «nadie gritó», según su versión.

En todo caso, «todo fue por un rato, no más, unos dos minutos». Su memoria no le permite aún describir qué es lo que ocurrió exactamente después que la nave se estrelló contra las montañas, a pocos kilómetros de Medellín: «Poco a poco me voy acordando (…) Fue como un sueño, como una pesadilla».

Tras el choque, él quedó en la tierra, «boca abajo», y fue en ese momento que «me levanté porque había pasado un rato ahí (…) me levanté y caminé como en entresueños».

Ahí vio a Ximena Suárez , otra de las sobrevivientes, «que estaba atrapada». La tomó de la mano y trataron de salir de la zona, pero tuvieron muchos problemas porque «como estaba lloviendo, estaba todo lodo».

Tumiri es precisamente el sobreviviente que quedó grabado llamando de manera desesperada, tras recuperar la consciencia y entender que el avión se había estrellado, comenzó a llamar a gritos al resto de los miembros de la tripulación.

En la misma entrevista, Turimi explicó que él, como técnico del avión, no es un empleado de la compañía aérea LaMia, sino que trabaja para una empresa subcontratada. Además, destacó que él no supo que la nave se quedó sin combustible y desconoce por qué el piloto no paró en un puesto intermedio para repostar.

Solo un «tropiezo»

El técnico, que sufrió heridas menores en el accidente aéreo, regresó la tarde del sábado a su casa en Cochabamba, Bolivia, y fue internado inmediatamente en una clínica para someterse a 48 horas de observación y exámenes médicos. A su vuelta, aseguró que el accidente fue solo un «tropiezo» en su carrera profesional y que, en lo que pueda, regresará a la aviación.

“Estoy muy contento de estar nuevamente en la Llajta, mi tierra. Gracias por preocuparse por mí y por mi familia, estoy feliz pero cansado”, declaró al llegar al aeropuerto de Cochabamba, previa escala en La Paz.

El técnico fue trasladado en silla de ruedas al consultorio médico de la terminal aérea internacional de El Alto (vecina de La Paz) donde se procedió a efectuarle una revisión médica, según reflejaron los medios locales, para seguir vuelo a Cochabamba. En aquel momento no tuvo contacto con la prensa pero pasajeros del mismo vuelo comentaron que lo vieron estable y que incluso tuvo algún breve diálogo con ellos.

Justo este sábado se efectuó en Chapecó, Brasil, la ceremonia de despedida de los 51 miembros de la plantilla del equipo de fútbol Chapecoense que fallecieron en el accidente.

 

 

Fuente:Univision