Cualquier actividad, en cualquier momento, lleva a algunas personas a sudar abundantemente, al punto de que prefieran evitar situaciones sociales para no sentir vergüenza. El término médico de esta afección es hiperhidrosis, y para encontrar el mejor tratamiento es preciso que el médico revise los síntomas, el historial médico y recomiende ciertos análisis de laboratorio que ayudarán a descubrir si existe una enfermedad subyacente que esté contribuyendo al problema.
Los trastornos que pueden conducir a sudar excesivamente son, entre otros, la diabetes, los problemas de la tiroides, las alteraciones del sistema nervioso y algunos tipos de cáncer. Algunos medicamentos también pueden conducir a sudar en exceso.
Cuando no se descubre una causa clara, el tratamiento se enfoca en controlar mediante antitranspirantes de venta bajo prescripción, ciertos medicamentos que bloquean los nervios y antidepresivos. Las inyecciones de la toxina botulínica, conocida por el nombre comercial de Botox o Myobloc, pueden servir para bloquear los nervios que provocan el sudor.
Un procedimiento llamado iontoforesis también puede ser otra alternativa para disminuir el sudor de manos y pies. Consiste en una descarga de corriente eléctrica de bajo nivel en estas áreas. Cuando la hiperhidrosis no responde a otro tratamiento, la cirugía puede ser una opción adicional. El procedimiento implica la extracción de las glándulas sudoríparas o una operación para desactivar los nervios que controlan el sudor.
Fuente: Revista Mariela