Una investigación científica realizada por expertos de la Brigham Young University señala que la moda de tomar fotos de lo que vas a comer para subirlas a las redes sociales puede hacer perder el apetito.
«De alguna manera, lo que ocurre es que la persona «siente» sensorialmente que lo comió, pese a que nunca haya probado bocado, y aparece una sensación de cansancio sobre la comida», explicó el coordinador del experimento, Ryan Elder.
Para probar esta hipótesis el equipo trabajó con 232 personas que miraron y luego clasificaron las instantáneas por alimentos salados y dulces. Y luego de completar esta «tarea», los invitaron a comer una determinada cantidad de alimentos salados y dulces, respectivamente.
Los investigadores encontraron que quienes habían calificado repetidamente fotos de alimentos salados, «disfrutaban» menos de la posterior experiencia de comer ese tipo de cosas.
Fuente: Neomundo.com.ar/