Un corte “volumizante”
Olvídate de los cabellos largos, opta por un corte long bob, una melena recta que no sobrepase el largo de los hombros y desfilado en las capas superiores, este look le aportará movimiento y volumen natural a tu pelo. El bob en forma de “V” desde la nuca es otra buena opción, este se luce más corto por detrás y un poco más largo por delante. Un buen truco que le puedes sugerir a tu estilista es que realice un sutil desfilado a navaja en las carpas internas, creando, así, una doble textura.
Peinado
Cuando te peines, coloca el pelo hacia un lado con una raya en diagonal, le dará mayor volumen al contorno de tu rostro. ¡Mira el look de Kate Upton!
Los expertos recomiendan, al momento de peinarlo, utilizar cepillos con cerdas de pelo de jabalí o de nylon flexible. Los de plástico rígido o metal maltratan más el cabello, sobre todo si usas calor. Además evita el secador, procura que se seque naturalmente.
Tintes
En cuanto a tinturados nos referimos, los tonos claros como los rubios o cobrizos dan la sensación de volumen. También puedes jugar con reflejos o mechas con el efecto claro- oscuro, es decir el oscuro de la base natural y el claro del nuevo color aplicado, brindándole luminosidad a tu melena. No olvides que los tintes naturales a base de henna, son una buena alternativa, ya que sus propiedades tienden a maltratar menos el cabello y brindarle un brillo natural.
Truquitos
Logra un cabello más abundante de una manera muy fácil. Mezcla el gel de una sábila con un huevo y una copita de brandy. Aplícalo al cuero cabelludo cada dos semanas. También puedes lavarlo con un jarro de agua tibia mezclada con un buen chorro de vinagre de manzana.
¡Cuida tu alimentación!
El cabello se puede debilitar por una deficiencia de hierro, así que no olvides incluir en tu alimentación las verduras de hoja verde, como espinacas, col, acelgas, carnes rojas y fréjoles. O sigue los pasos de la top model estadounidense Lily Aldridge quien, para mejorar la calidad de su melena, toma muchos alimentos con Omega 3: pescado, salmón, sardina, soya, lechuga, nueces y almendras.
Fuente: Revista Mariela, n° edición: 93