Sonó como una explosión y todo el mundo se llevó un susto de muerte. El avión que llevaba a la selección española de vuelta a casa tuvo un incidente al aterrizar cuando un rayo impactó en una de sus alas. Inmediatamente, el comandante explicó lo que había sido y que no tenía mayor incidencia.
En el vuelo caras largas y pocas palabras. Regresaron solo 20 internacionales ya que Diego Costa, Cesc Fábregas y Gerard Piqué iniciaron desde Brasil sus vacaciones.
Sí lo tuvo más repercusión el hecho de que los jugadores, al llegar a Barajas, salieran por la puerta de atrás, no hablarán con nadie y, sobre todo, dejaran plantados a los 300 aficionados que habían acudido a Barajas con la intención de darles ánimos, según rezaban sus pancartas. Cuando vieron que habían salido por otra puerta para evitarlos, los aficionados inundaron las redes sociales increpando la actitud de los seleccionados. Un feo gesto que decepcionó a los fieles que habían acudido con la mejor de las voluntades.
Fuente: abc.es