Su cuarta boda podría estar cerca…

¿Qué tanta prisa tiene Jennifer López de llegar una vez más al altar?

La cantante tres veces casada se abrió sobre el tema en la edición de abril de Harper’s Bazaar, y de por qué se toma su tiempo con Alex Rodríguez, con quien ha estado saliendo durante poco más de un año.

«Sí creo en el matrimonio, y me gustaría envejecer con alguien en una relación comprometida. Pero no estoy forzando nada en este momento. Está bien, es saludable, nos comunicamos bien. Entendemos las vidas de los demás de forma tal que la mayoría de las otras personas no pudieron. Ambas entramos en el ojo público cuando teníamos poco más de 20 años y lo superamos desde el principio. Y eso afecta todas las dinámicas de su vida, desde su familia hasta su trabajo y sus relaciones «, explica. «Tenemos un maquillaje similar».

Confiesa López sobre la pasión de su novio: «El béisbol es como la vida. Todo lo que quieres hacer es pegar un jonrón».

Y ya sea a través de sus actuaciones o sus producciones, López anota a muchos jonrones. López no tiene reparos en enumerar sus fortalezas profesionales («gran intérprete, gran actriz, gran productora») o sus fortalezas personales («gran madre, gran hermana y gran novia»). Pero cuando era más joven y menos segura, dice: «Pasé mucho tiempo mitad contenta y mitad no contenta». Ahora que es mayor y más enérgica, «sé quién soy y lo que quiero. También conozco mis fortalezas y debilidades. Me llevó mucho tiempo llegar a un punto en el que pudiera decir algo bueno acerca de mí», cuenta a la publicación: «Me alegro de poder hacer eso ahora».

Se autodescribe como «adicta al trabajo» y admite, «mi instinto es llenar cada minuto de mi vida con etrabajo, por lo que he tenido que aprender a equilibrarme. Cuando trabajas demasiado, eso puede ser un gran enemigo». Su motivación viene de nunca ser «una de esas afortunadas de los medios», explica López. «No me besaron en este negocio. Soy del Bronx. Tenía que encontrar el camino, así que siempre sentí que tenía que demostrar mi valor. Tal vez sea un buen impulso, nunca me conformé con ser mediocre.»