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Lionel Messi abandona al Barcelona, estas son las razones que lo hicieron explotar

Todo lo que no se contó de la determinación que sacudió al mundo del fútbol. «No puedo seguir acá, el ciclo está cumplido», les dijo a sus íntimos. Los motivos por los que la relación del delantero con la dirigencia no tiene retorno y el primer guiño seductor que llegó a su teléfono

El dolor de Messi tras la apabullante derrota ante el Bayern Múnich. Últimas imágenes suyas en blaugrana.  (Manu Fernandez/Pool via REUTERS)

El dolor de Messi tras la apabullante derrota ante el Bayern Múnich. Últimas imágenes suyas en blaugrana. (Manu Fernandez/Pool via REUTERS)

“Me voy del Barcelona. No puedo seguir acá. Ya es un ciclo cumplido”.

Messi se hartó y se lo blanqueó a su familia en una charla casi sin testigos. Hace años que no decide por él solo aunque sea una figura mundial. Pese a que se piense que hace lo que se le ocurre, él escucha. Pero esta vez era necesario que se escuchara a él mismo. Y lo hizo. Cuando renunció a la Selección, después de la final de la Copa Centenario en Estados Unidos, fue más un rapto de enojo. Salió del vestuario y lanzó su bronca. Esta vez miró más a su alrededor. Reflexionó, tuvo algunas charlas con familiares y amigos. Vio que todo lo empujaba fuera del Camp Nou. Todo lo expulsaba de ese estadio que veía maravillado por una ventana, a pocas cuadras, cuando llegó a Barcelona a los 13 años.

Ya no soporta más convivir con dirigentes de los que desconfía, que son capaces de armar una campaña de desprestigio contra el propio equipo. No quiere darle más la mano a Bartomeu ni para una foto. No los quiere como directivos ni como personas. Messi quiere volver a ganar y piensa que el lugar ni la gente están donde soñó quedarse a vivir para siempre.

Durante años se ha criticado a Messi por no salir de su zona de confort. No irse de Barcelona antes a probar a otra liga. No lo conocen u olvidan que el 10 argentino es un animal competitivo como pocos. Nadie se mantiene 15 años en el top tres del mundo si no quiere competir.

Alguna vez a Guardiola, el entrenador que lo hizo mejor a Leo, le preguntaron qué era lo que más lo sorprendía de Messi. No habló de cómo llevaba la pelota en velocidad -algo que maravilló hasta a Maradona- sino “su espíritu competitivo”. Es cierto: en ese contexto, le gustan los ambientes amigables. Sentirse arropado. El conflicto no es un combustible para él como podía ser para Diego. Y tampoco le apasionaba conocer distintas ligas como a Cristiano. Por eso se quedaba en el Barça. Por eso -también- hoy se va del Barça. Ya no se siente cómodo en el club ni con un nuevo proyecto para ganar la Champions en los últimos años de su carrera.

Messi tiene 33 años. Hace 5 temporadas que no gana el trofeo que más quiere después del Mundial. Le quedó lejano estar en el plantel de la Champions 2006. O ser decisivo en 2009, 2011 y 2015. Messi quiere hacer el intento otra vez. Quiere ganar la Champions. Y en Barcelona no lo veía posible. Por los últimos palazos de Bayern Munich, de Roma, de Liverpool. Más todos los manejos que ya vio y huele que se vienen en el club.

El destrato de Koeman a Luis Suárez enojó a Messi. Él ya ha convivido con decisiones que dejaron afuera a jugadores amigos. El Kun Agüero fue más suplente que titular en la Selección y Messi nunca generó un conflicto por ese motivo. Es más: en la última Copa América, Lionel Scaloni sacó al Kun del equipo titular y el jugador del City se enfureció. Fue Leo quien calmó a su compañero de habitación.

En Barcelona pasó otra cosa: el entrenador holandés confundió personalidad con soberbia. Es una falta de respeto -para Messi y para el mundo- que se eche a Suárez por teléfono. Esas decisiones -con el tercer goleador histórico del club o con el 4 suplente- se hacen cara a cara. De hecho, cerca de Leo también se cuenta de una charla de hoy con Busquets que tampoco le gustó. Era imposible imaginar una buena convivencia de Messi con Koeman. Su charla con el entrenador no lo sedujo en lo más mínimo.

Hasta para Messi será raro verse fuera de Barcelona. Su mujer, Antonela Roccuzzo, y sus tres hijos es su lugar en el mundo. Aun cuando Messi hable en rosarino, vivió más años en España que en la Argentina. Era difícil moverlos de allá. Hasta sonaba impensado verlo en Newell´s, su club de pibe. El propio Leo ha contado en sus últimas apariciones públicas que Thiago, su hijo más grande, era local allá. Mateo y Ciro son más chicos. Ese bienestar familiar siempre se apoyó en la balanza. Porque en realidad el Barcelona de Messi ya hacía años que había dejado de ganar la Copa que quería.

Ahora, pese a ese “valor familiar”, Messi siente que es el momento de armar las valijas. Aún no se filtró dónde jugará pero de arranque está primero entre los candidatos el Manchester City. El Kun Agüero y Guardiola lo esperan con ilusión. Y hasta algún llamado ya llegó del lado de Inglaterra. Del propio jugador, héroe de la ciudad por su gol al minuto 93. Y tal vez del mismísimo Pep. Se necesitan mutuamente. Aunque la van a tener que pelear con Inter, donde está como hombre fuerte de las decisiones Javier Zanetti, y otro poderoso como el PSG, que tiene euros y amigos como Neymar, Di María y ahora Paredes.

Por todo ese hartazgo Messi dio la orden a su círculo íntimo que enviara el ya famoso burofax para avisar la salida. Es ni más ni menos que un servicio de fax para el envío de documentos que es exclusivo de las oficinas de correos. Quiere ejecutar la cláusula de salida unilateral que está escrita en el contrato para cada final de temporada. De ese modo Messi no tiene que pagar. Se está viendo si existe la extensión de ese punto por la pandemia y las fechas exactas. La plata no será una traba.

A las 13.30 de este martes histórico, alguien muy cercano al mundo Messi me escribió “puede haber novedades hoy mismo”. Daba a entender que el lunes Leo no iba a estar en el entrenamiento de Koeman. Media hora después, alrededor de las 19 de Barcelona, levantó la apuesta la fuente: “Ya llegó la comunicación”. En el círculo íntimo del 10 estaban sorprendidos por tan rápida filtración. Pero era un detalle. Un día el mejor jugador de la historia del Barcelona había dejado de ser jugador del Barcelona…

Fuente: Infobae